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Son muchas las leyendas y teorías que explican el origen de la capital pero todo apunta a que Madrid fue durante casi 250 años una de las ciudades más importantes de Al Ándalus. Después, con su incorporación a Castilla, todavía se vivieron cinco siglos más de convivencia con una minoría islámica: los mudéjares y los moriscos. Esa huella del Madrid árabe aún perdura en sus muros y en sus rincones más recónditos. Es apasionante descubrir el legado musulmán en la ciudad.
La huella histórica árabe en Madrid
Basta un paseo tranquilo por el centro de Madrid para descubrir una frase que esconde un gran significado sobre sus orígenes: ‘Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son’. Esta inscripción se puede leer en una pared del barrio de La Latina. En concreto, en la plaza de la Puerta Cerrada, muy cerca de la Plaza Mayor.
Estas enigmáticas palabras hacen referencia a los orígenes de la villa, ya que la capital española es la única de Europa de origen árabe.
Aquella ciudad fortificada debe precisamente su nombre a esos dos siglos en los que perteneció a Al Ándalus. Mayrit significa ‘fuentes de agua’ y se cree que procede de Matric en lengua romance, que a su vez deriva de Matrice, en latín, que significa ‘madre de aguas’ y alude al caudaloso arroyo de San Pedro que discurría entre dos cerros y que hoy es el barranco de la Calle de Segovia. Por tanto, Mayrit viene de mayra (madre de aguas) y del sufijo mozárabe -it (abundancia).
Esta abundancia de aguas subterráneas fue clave para que los musulmanes fundaran la ciudad en ese lugar. Gracias a ello, para el abastecimiento de la población, los árabes diseñaron un sistema de canales subterráneos que traían el agua desde las fuentes a través de alcantarillas hasta el mismo centro de la ciudad, donde la gente se servía en fuentes y caños públicos. A esto se le conoció como ‘viajes de agua’ (del latín via equae).
Seguro que has oído alguna vez eso de que el agua del grifo de Madrid es la mejor, ¡y puede que ahí esté la explicación!
Dejando las bromas a un lado, ¿qué hay de la segunda parte de la inscripción? La ciudad no solo se desarrolló en torno al agua sino que fue protegida por unas murallas defensivas construidas con sílex. Al dar el sol sobre este material, provocaba un destello de luz que parecía fuego. También se dice que, por las noches, cuando impactaban las puntas de las flechas sobre la piedra, saltaban unas chispas que, desde la distancia, parecían pequeñas lenguas de fuego. De ahí el final del lema: ‘mis muros de fuego son’.
El legado cultural árabe en Madrid
El Madrid árabe no se perdió con la llegada de nuevos pueblos a la capital. Hoy en día, los cimientos de la ciudad siguen mostrando resquicios de esa aldea fortificada que diseñaron sus fundadores musulmanes.
El legado andalusí está en los barrios musulmanes en Madrid y en los monumentos árabes en Madrid que todavía se mantienen en pie y que forman parte del patrimonio de la capital. Ejemplos de ello son:
- La Muralla Árabe, que mandó construir Muhammad I entre los años 850 y 866 y que fue reforzada en el siglo X por Abderramán III. Se puede ver en el parque del Emir Mohamed I, en la Cuesta de la Vega.
- La Torre y Casa de los Lujanes, en la Plaza de la Villa, que es uno de los pocos conjuntos de estilo mudéjar que quedan en Madrid.
- La Atalaya Islámica, cuyos restos pueden visitarse en el parking subterráneo de la Plaza de Oriente.
- La Ermita de Santa María la Antigua, que es el templo mudéjar que mejor se conserva en la capital.
La Catedral de la Almudena (nombre que proviene del árabe: Al Mudayna), los jardines de Bailén o la iglesia de San Nicolás son otros lugares de la capital que nos recuerdan su origen árabe.
Y, si hay algún barrio musulmán en Madrid, ese es el de La Latina, que era la antigua morería de la época árabe. Ahí puedes visitar una torre mudéjar de mediados del siglo XIV, en la mismísima Iglesia de San Pedro el Viejo. Aunque también en la Iglesia de San Nicolás de los Servitas, en el barrio de los Austrias, encontramos una torre similar, que está considerada como el monumento más antiguo de la ciudad.
Ocio para disfrutar del Madrid árabe
Para conocer en profundidad el Madrid árabe, puedes también visitar diferentes museos como el de San Isidro, donde se conservan vestigios de los tres yacimientos musulmanes de la capital:
- La Plaza de la Armería, sede del Alcázar.
- La Cuesta de la Vega.
- La Cava Baja o Plaza de los Carros, muestra de la existencia de un arrabal fuera de la muralla.
También puedes descubrir más sobre la cultura musulmana de la ciudad en la Biblioteca Islámica de la AECID, la Casa Árabe, la Mezquita Central de Madrid (en el barrio de Tetuán) o los baños árabes Hammam Al Ándalus, donde el origen del Madrid árabe cobra todo su significado a través de sus aguas, fuente de salud y bienestar.
En los baños Hammam de Madrid se puede sentir como en ningún otro sitio el ‘viaje del agua’. En el centro de la ciudad, en plena Calle de Atocha, puedes encontrar el lugar perfecto que nos recuerda el origen andalusí de la capital y su íntima relación con el agua.
Como ya lo hacían los antiguos pobladores de la ciudad, puedes conectar con tu naturaleza interior en nuestros jardines de agua y silencio, dejándote mimar en busca de la relajación que necesitas para desconectar del ajetreo y las prisas de la gran urbe actual.
Puedes disfrutar del placer de un baño de bienestar y de un masaje para calmar el estrés y la ansiedad. Es un plan único y una experiencia que te conectará de una manera especial con la huella árabe que esconde la capital de España.
No hay mejor forma de conectar con el pasado andalusí de Madrid que visitando este antiguo aljibe con cientos de años de antigüedad. Otra manera inigualable de adentrarse en los orígenes árabes de la ciudad: en sus aguas, su luz, sus aromas, sus sonidos y, por supuesto, también sus silencios. Un reencuentro con lo que somos a través de lo que fuimos.
Dónde disfrutar de la gastronomía árabe en Madrid
Y, por supuesto, también la comida árabe en Madrid ha dejado una significativa huella. Para disfrutar de la gastronomía halal, la mayor parte de los restaurantes árabes se encuentran en los barrios de Lavapiés y San Pascual (junto al Centro Cultural Islámico), donde se concentra la mayor población musulmana en la actualidad. Algunas recomendaciones:
- Alzahra. Es un restaurante árabe con una variada oferta gastronómica. Obviamente, sin cerdo ni bebidas alcohólicas en su carta. Ofrece platos típicos de la gastronomía árabe y se encuentra junto al Centro Cultural Islámico.
- Al-Mounia. Tanto sus platos como su decoración nos transportan a Marruecos. Su menú tiene comidas y dulces tradicionales y es un referente porque fue un restaurante pionero de la gastronomía musulmana en Madrid y ha conseguido numerosos reconocimientos por su exquisita cocina. Está en el Paseo del Arte, junto a Cibeles.
También tienes otros locales como Shukran, en la Casa Árabe; Gayane’s, en la calle del Espejo; o Mune, en el barrio de Chueca. Son lugares ideales para degustar los orígenes del Madrid árabe.