Inspirado por el ciclo de la naturaleza, el Hammam cambia en cada estación para ser estímulo en la transformación que buscamos.
El invierno nos ofrece la oportunidad de parar para sanar y redescubrir nuestras emociones más positivas, surgidas de la experiencia y de la memoria, proyectadas hacia un mañana más equilibrado y saludable, porque están bañadas en aguas y rituales que nos renuevan, en cuerpo y espíritu, con las energías más positivas que cabe imaginar.